La mies es mucha Mateo 9:35,38

Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Al ver las multitudes tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: «A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos.
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies».
Mateo 9:35,38