A quién se debe temer Mateo 10:26,31 (Lc 12.2-9)

Así que no los temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser descubierto; ni oculto que no haya de saberse.
Lo que os digo en tinieblas, decidlo a plena luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
No temáis a los que matan el cuerpo pero el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el permiso de vuestro Padre.
Pues bien, aun vuestros cabellos están todos contados.
Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Mateo 10:26,31