
Al ver esto, los discípulos se enojaron y dijeron:
¿Para qué este desperdicio?, pues esto podía haberse vendido a buen precio y haberse dado a los pobres.
Al darse cuenta Jesús, les dijo:
¿Por qué molestáis a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es una buena obra, porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis, pues al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella.
Mateo 26:6,13 (Mc 14.3-9; Jn 12.1-8)
Mateo 26:6,13 (Mc 14.3-9; Jn 12.1-8)