Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo dispusieron contra Jesús un plan para entregarlo a muerte.Lo llevaron atado y lo entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.
Mateo 27:1,2 (Mc 15.1; Lc 23.1-2; Jn 18.28-32)