El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó hoy su preocupación por la situación que viven los cerca de 10.000 cristianos iraquíes que han huido durante la semana pasada de la ciudad de Mosul, en el norte del país, tras semanas tras ataques y amenazas.
ACNUR señaló que el Ministerio de Desplazamiento y Migración iraquí ha informado de que cerca de 1.560 familias o 9.360 personas abandonaron Mosul, lo que representaría aproximadamente la mitad de los cristianos del área de la ciudad, aunque la agencia no pudo confirmar la cifra.
"La población desplazada representaría cerca de la mitad de los cristianos en el área de Mosul", comentó el portavoz del ACNUR Ron Redmond, en una sesión informativa en Ginebra. La mayoría de los cristianos decidieron abandonar la ciudad tras "amenazas directas, tanto como indirectas e intimidación", señaló.