Calvario cristiano en Irak.

«El terror se extiende a lo largo y ancho del país, ¡nos quieren matar a todos! A este paso no van a dejar uno». El carmelita Manuel Hernández (Guadalix, 1940) es el único misionero que resiste en Bagdad desde la invasión estadounidense de 2003 y sigue con preocupación la trágica situación de los cristianos en la ciudad de Mosul, una de las comunidades más antiguas del mundo. Situada trescientos kilómetros al norte de la capital, miles de cristianos han tenido que huir de la tercera urbe del país en las últimas semanas debido a la fuerte presión de los grupos fundamentalistas que han asesinado a once personas y volado tres viviendas.