93 millones de formas de practicar el sexo · ELPAÍS.com

La Red ofrece, en especial a las personas más tímidas o con menos habilidades sociales, un espacio dominado por la privacidad, y donde la asepsia se confunde fácilmente con la inocuidad, lo que provoca que mucha gente que en la vida real no se atrevería a dar un paso más -hacia una infidelidad, por ejemplo-, establezca relaciones paralelas virtuales que, en un entorno sin culpa ni vergüenza -la Red, al contrario que el mundo real, no conoce tabúes ni rémoras-, pueden inducir a confusión. Lo dicen todos los especialistas consultados: "Un marido ejemplar, absolutamente fiel y que en la vida real no se atrevería a engañar a su mujer jamás, puede traicionar su compromiso virtualmente a través de chats u otros contactos online. Lo hace porque cree que, como no hay contacto físico, no hay engaño".