Las maras llaman a la guerra

Aunque algunos jefes rondan los 40 años, la mayoría son jóvenes de ambos sexos, de entre 10 y 20 años provenientes de familias disfuncionales. La mayoría muere antes de los 25, por una bala o de enfermedades como el sida. Su denominador común son los tatuajes, la crueldad, sangre fría, su sumisión al jefe y al grupo, que se convierte en su familia. En la mayoría de los grupos los aspirantes pasan una prueba de iniciación. Los varones deben aguantar una paliza de todos los miembros de la ‘clica’ (grupo) o matar a alguien sin motivo para demostrar el coraje. El ‘trencito’ –acostarse con toda la banda– es el test para las féminas.