El control que pretende ejercer Rabat se orienta, según las citadas fuentes, a que la FEERI se mantenga dentro de la ortodoxia del régimen mediante el apoyo a la monarquía y a las iniciativas que se puedan promover, entre ellas la de la anexión de Ceuta y Melilla. La subvención, superior al millón y medio de euros, que recibe de la administración española, es algo que, lógicamente, pretende mantener en manos de sus incondicionales.