Durante su permanencia en el Congreso, Souder hizo gala de su carácter evangélico y sus actitudes conservadoras, entre ellas la oposición al aborto. Durante una audiencia celebrada en 2008, aseguró que la única forma en que los jóvenes podían protegerse de los embarazos no deseados y de la amenaza del sida era a través de la abstinencia sexual y la fidelidad.