Rusia dejará de exportar cereales a partir del 15 de agosto en un intento de mantener bajo control los precios ante el empeoramiento de la peor sequía de los últimos años, que ha provocado las temperaturas más elevadas de los últimos 130 años y una ola de incendios que asola el centro del país, según dijo el primer ministro ruso, Vladimir Putin.
"Considero conveniente imponer una prohibición provisional a la exportación de cereales y otros productos agrícolas", dijo Putin, durante una reunión del Ejecutivo.
Putin justificó la medida provisional por "las inusualmente altas temperaturas y la sequía" que afectan a más de una veintena de regiones, tanto en la parte europea del país como en Siberia, donde no llueve desde principios de junio.
La medida, que era esperada con inquietud desde hace días por los mercados internacionales, afecta al trigo, centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz.
La suspensión, que dejará sin suministro desde Rusia a países como Egipto, Israel, Irán, Turquía, Líbano o Siria, entrará en vigor el 15 de agosto y expirará el 31 de diciembre.