Si los cristianos emigran, la imagen que transmitimos es que los musulmanes son intolerantes con los cristianos en Oriente Medio. Para los occidentales sería normal deducir que los musulmanes no saben y no pueden convivir con los demás y, por tanto, ¿cómo pueden convivir con nosotros? Esto se reflejaría de manera sumamente negativa en los 500 millones de musulmanes que viven en sociedades que no son musulmanas. ¿Cuál sería su destino? Por tanto, es una ventaja para los musulmanes preservar la presencia cristiana en Oriente Medio.