Mientras la posibilidad de un procesamiento penal se dirime en Suecia y Reino Unido, Suiza ha protagonizado el último episodio del acoso financiero a Assange y su organización. 'PostFinance ha decidido terminar sus relaciones de negocios con el fundador del sitio de Internet Wikileaks', señala un comunicado que hizo público este lunes la entidad financiera suiza. Según su versión, Assange facilitó un domicilio falso en Ginebra al dar de alta la cuenta, lo que ha sido descubierto tras realizar un examen de sus datos. Así, la entidad bancaria considera que está 'en su derecho de cerrar la cuenta de Julian Assange'.
La organización Wikileaks ha cifrado en un comunicado de respuesta que este golpe supone la congelación de unos 31.000 euros que pertenecían a fondos personales y otros previstos para la defensa legal de su fundador. También recuerda que a estos habría que añadir otros 60.000 congelados por PayPal la semana pasada: 'Wikileaks y Julian [Assange] han perdido 100.000 en activos esta semana'. En el comunicado aclaran que Assange, 'como refugiado sin hogar que intenta conseguir residencia en Suiza, usó la dirección de sus abogados en Ginebra para la correspondencia bancaria'.
El texto, publicado a través de su web y de Twitter, recuerda que Wikileaks tiene algunas cuentas bancarias en Islandia y Alemania y pide apoyo financiero. 'Uno de los aspectos más fascinantes del Cablegate es cómo está poniendo de relieve las dinámicas de poder entre Estados supuestamente independientes como Suiza, Suecia y Australia', concluyen.