El peaje de los derechos de autor llega ahora a la enseñanza

Cualquier autor debería sentirse orgulloso de que su obra sirva para la educación de los jóvenes. No me imagino a Antonio Machado prohibiendo que sus poemas se estudien en clase. Pues lo mismo vale para Steven Spielberg o Sting. Y si se les pregunta a ellos directamente nos contestarán que están de acuerdo, que lo único que piden es que se sepa que la película o el concierto son suyos. Son los intermediarios, las empresas de liciencias, las SGAE de todo pelo quienes pretenden lucrarse con el talento de los Spielberg de turno bajo el lema 'derecho de autor'. Evidentemente ellos no son autores.