Después de congelar días atrás la cifra récord de 30.000 millones de dólares de activos libios en Estados Unidos, la Casa Blanca aumentó ayer la presión sobre el régimen de Trípoli al enviar dos buques anfibios con centenares de marines a las aguas territoriales del país africano.
Además, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, advirtió que Estados Unidos podría denunciar al dictador libio por un atentado terrorista de 1988 y dijo que Libia podría enfrentar una extensa guerra civil de consecuencias catastróficas si el dictador Muammar Khadafy se niega a renunciar.
En una conferencia que ofreció junto al jefe del Estado Mayor, Mike Mullen, el secretario de Defensa, Robert Gates, confirmó que dos barcos de asalto anfibios de Estados Unidos, el USS Kearsarge y el USS Ponce, se acercan a Libia. El USS Kearsarge puede transportar 2000 marines.