La italiana Eluana Englaro, de 38 años, en estado vegetativo desde hacía 17, murió minutos antes de las 20:00 horas (19:00 GMT), en la casa de reposo de "La Quiete", cuando el Senado debatía un proyecto de ley con el que el gobierno pretendía evitar que se le suspendiera la nutrición e hidratación que aún la mantenía con vida.
El vicepresidente del grupo conservador en el Senado, Caetano Quagriello, tomó el micrófono y sentenció: "Eluana no ha muerto, sino que ha sido asesinada".