Sin embargo no todo fueron rosas para “Rudy el Duro”. Según seguía comentando en aquella época la corresponsal, “está siendo blanco de los críticos que romantizan el desorden del pasado asegurando estos, que le ha sacado brillo y encanto a la Ciudad haciéndola mas aburrida”. Claro que estos “románticos” del crimen, no especifican para quiénes está resultando aburrida la Ciudad. Sin duda no para los vecinos y sí para el Sr. Herald Fahringer por ejemplo, quien era abogado defensor de varios sex-shops, que fueron afectados por la prohibición de Giuliani de establecer sus locales en ciertas zonas.
En cambio nosotros, y gracias a que contábamos en aquella oportunidad con autoridades muy “modernas”, se romantizó el desorden del futuro (hoy presente), cuando al autorizar todo tipo de bailantas, prostitución callejera, ruidos molestos, tomas alevosas de calles y avenidas, ocupaciones ilegales, destrucción por grafittis de frentes y patrimonio artístico, borrachos, vagos, mendigos, cirujas de a pié y a caballo, y toda especie de tropelías y desatinos… se está logrando convertir a Bs. As. y a importantes ciudades de la Provincia y el interior, en la antigua N.Y. con todo su “encanto”, “brillo”, y “alegría” criminal de antaño.