Kathleen Melonakos, enfermera norteamericana de un hospital californiano ha publicado las graves consecuencias para la salud individual y pública de las conductas homosexuales: todas las enfermedades de transmisión sexual clásicas, sífilis, gonorrea… infecciones de Giardia lamblia o enfermedad del intestino gay, hepatitis A, B, C, D, citomegalovirus; rotura de esfínteres, trauma que provoca incontinencia fecal, hemorroides, fisura anal; edema de pene, SIDA…¿Por qué la homosexualidad no es considerada como desorden a la vista de sus consecuencias médicas que contribuyen a recortar hasta un 40% la duración de la vida? Y sobre todo, ¿por qué se promociona en las escuelas?
Estudios diversos señalan que es más mortal que el alcoholismo o las drogas. Melonakos revela sus conclusiones tras 30 años de profesión y está en desacuerdo con la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) que suprimió la homosexualidad como patología, cediendo a las presiones de los grupos militantes homosexuales.
La homosexualidad ni es normal ni benigna, sino una adicción letal de conducta, tal como subraya el Dr. Jeffrey Satinover: Los patrones de conducta homosexual muestran promiscuidad compulsiva, sexo anónimo, sexo por dinero, sexo en lugares públicos, sexo con menores, alcoholismo, abuso de drogas, depresión y suicidio.