Si bien todo el contenido violenta el orden natural, destacan por su perversidad la iniciación a la masturbación a partir de los 5 años, así como, a partir de la misma edad, la mentalización en “los roles de género y en los estereotipos de género”, es decir la apología de la homosexualidad.
A partir de los 9 años, los niños deberán ser instruidos sobre los “efectos positivos y negativos de los afrodisíacos”, y deberán aprender a luchar contra “la homofobia, transfobia y la violencia de género", es decir, más exaltación de la homosexualidad.
A los 12 años, profundizarán en las “razones para abortar”, que antes se les inculcarán bajo el eufemismo de violencia de género, para llegar a los 15 años convertidos en activistas de la promoción “del derecho al aborto y del derecho al acceso al aborto seguro”.