El hallazgo de este cuarto secreto se suma a un vídeo porno grabado con un teléfono móvil, que fue subido a internet, en el que aparece una funcionaria del Congreso panameño practicando diversas posturas sexuales en su oficina. El vídeo, que ya tiene carátula y se vende a un dólar en la calle, le costó el puesto a la funcionaria.