La clara distinción entre el bien y el mal, entre la verdad que se expresa en la naturaleza y las ideologías que se construyen mentalmente prescindiendo de la realidad, que caracterizó a la cultura cristiana occidental en Europa y América, ahora ha entrado en un relativismo impulsado por la burocracia ideologizada de la ONU, por múltiples ONG y medios de comunicación masiva.
También es impulsado por los partidos de la Internacional Socialista y su brazo dominante de rasgos tecnócratas en la Unión Europea y en varias naciones de América Latina, que han adoptado el proyecto llamado “Gobernanza Global Socialdemócrata”, impulsado originalmente por Felipe González, ejecutado en plenitud por José Luis Rodríguez Zapatero en España y puesto como modelo que conduce “al éxito, la felicidad y el progreso” para las naciones de América Latina.
En el proyecto de “Constitución Europea”, que habiéndose aprobado en el Parlamento Europeo en 2005, aún espera la ratificación de varias naciones, se ha rechazado explícitamente la referencia a las raíces cristianas de Europa. Esto afecta a la identidad del continente, ya que dicha “ancla” bien significaría la referencia a la identidad cultural que obligaría en consecuencia el respeto a la dignidad de las personas y a la distinción entre los ámbitos civil y religioso.Haz click sobre el título.