Frente a la experiencia de los Países Bajos, creer que las restricciones contendrán estos abusos es la mejor de las ingenuidades, y en el peor de los casos es un pensamiento mágico”, dijo Primeau a la comisión, y agregó que “la realidad de la eutanasia tal como se la practica habitualmente sobrepasa con creces los límites establecidos por la ley”.
Continuó diciendo que “en el 2009 hubo en los Países Bajos 2.636 muertes por eutanasia, 45% más que en el 2003”. “En este total ellos no cuentan los 550 casos de eutanasia sin consentimiento, ni los 400 casos de suicidio asistido, ni el 20% de los casos de eutanasia que no se informó, ni los niños que murieron”.
Interrogado sobre el suicidio asistido del activista canadiense Ghislain Leblond, quien sufre actualmente una enfermedad incurable y que testificó recientemente ante la misma comisión, Primeau dijo que “lo que me interesa es que se habla de esa persona en particular, que tiene legitimidad, una persona visible con una plataforma. El punto que estoy marcando es que hay muchas personas que no tienen una plataforma, personas que reciben cuidados a largo plazo y que tienen problemas cognitivos”.
“Las personas que están a favor de la eutanasia no tienen el monopolio del corazón. Yo estoy en contra de ella. Pienso que he acompañado a mis pacientes con empatía durante 25 años y lo haré así hasta el final. Trabajo en general con personas ancianas. Lo hago con frecuencia”.
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