El movimiento internacional para incluir el comportamiento y la identidad homosexual dentro de una nueva clase de derechos especialmente protegida una vez más pone la mirada en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La UE planea presentar allí una declaración conjunta similar a otra liderada por ella en 2008, en la que exigió que se incluyera la “orientación sexual” y la “identidad de género” como categorías protegidas contra la discriminación, que fue presentada ante la Asamblea General de la ONU y respaldada por 66 países. La declaración de 2008 encontró resistencia mediante una contradeclaración presentada y refrendada el mismo día por cerca de 60 países, a la que se sumaron declaraciones aisladas que censuraron el manifiesto de la UE, emitidas por Rusia, Bielorrusia y la Santa Sede.