Llegaron los fariseos y los saduceos para tentarlo, y le pidieron que les mostrara una señal del cielo.
Pero él, respondiendo, les dijo: «Cuando anochece, decís: "Hará buen tiempo, porque el cielo está rojo".
Y por la mañana: "Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojo y nublado". ¡Hipócritas, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis distinguir!
La generación mala y adúltera demanda una señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás».
Y dejándolos, se fue.
Mateo 16:1,4 (Mc 8.11-13; Lc 12.54-56)