Viendo una higuera cerca del camino, se acercó, pero no halló nada en ella, sino hojas solamente, y le dijo:
¡Nunca jamás nazca de ti fruto!
Y al instante la higuera se secó.
Al ver esto los discípulos, decían asombrados:
¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?
Respondiendo Jesús, les dijo:
De cierto os digo que si tenéis fe y no dudáis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte le decís: "¡Quítate y arrójate al mar!", será hecho.
Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Mateo 21:18,22 (Mc 11.12-14,20-26)