Terrorismo: defender el orden natural. Reeducación homosexualista. Perder el trabajo por conversaciones privadas. Brasil: cristiano al exilio. Holan

En enero pasado, Ronald Plasterk, ministro holandés de Educación, Cultura y Ciencia, que fuera secretario de coordinación de políticas para el colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales), anunció el retiro de las subvenciones que habían sido concedidas al grupo protestante Onze Weg.

Onze Weg cometió el error de violar uno de los mandatos del nuevo orden mundial, pretendió ayudar a los homosexuales que acudían a sus actividades a superar la homosexualidad, (vid NG
841, 966).

Plasterk dijo ante el Parlamento que “la organización transgredió los límites cuando se dedicó a pretender curar la homosexualidad. Nuestra subvención estaba destinada a promover una discusión abierta sobre la homosexualidad en el seno de los grupos de cristianos ortodoxos”, es decir a infiltrar a las confesiones cristianas. Agregando que el gobierno “no apoya clubes que pretenden ayudar a superar los sentimientos homosexuales".