7-J. El aborto, clave de las Europeas. Miguel Durán: “Estoy contra la ley... pero no hablo por mi coalición”

El presidente polaco contaba así la caída del Comunismo: “En los años setenta y ochenta me pasé preguntando a todo el mundo, a todos los líderes, si era posible que Polonia pasara del comunismo a la democracia. Todos me dijeron que estábamos condenados al fracaso: con 200.000 soldados soviéticos en Polonia, silos nucleares y 1.000.000 de soldados más rodeando el país, todos nos decían que era imposible. Entonces sucedió algo: un polaco fue nombrado Papa y un año después visitaba el país. En Moscú cundió el pánico, porque se dieron cuenta de que los policías no habían aprendido nada de comunismo en 50 años y en tres días habían aprendido a persignarse y a rezar. Nosotros les perdimos el miedo...

El asunto es que nosotros teníamos unos valores y el comunismo no tenía ninguno. El error era muy sencillo: contábamos los tanques y los misiles y nos olvidamos de Dios... Pues ahora lo mismo: si queremos construir Europa tenemos que volver a los valores” (nuevo aplauso).

Y continúa Walesa, en referencia a Mijail Gorbachov: “En Moscú nombraron a una persona que cuando bebía se atrevía a decir que el comunismo debía cambiar. Le animamos y lo poco que movió hizo que se derrumbara el régimen. Y su fracaso no fue en balde porque consiguió un premio Nobel”, ironiza el polaco, también Premio Nobel de la Paz.

Lo que está claro es que el futuro de Europa depende de esos valores cristianos, los mismos que Benedicto XVI ha resumido en Vida, familia, libertad de enseñanza, bien común y libertad religiosa. El aborto que muchos se empeñan en reducir a una “cuestión religiosa” se ha convertido en una cuestión política, en la clave de, por ejemplo, las próximas elecciones del 7 de junio. Y si los valores no se convierten en el eje de Europa, ocurrirá lo que también predice Walesa: que podemos llegar a un abstención del 80%, lo que supondría algo parecido al final de la democracia en la UE.