Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático y sufre muchísimo, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua.
Lo he traído a tus discípulos, pero no lo han podido sanar.
Respondiendo Jesús, dijo:
¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.
Entonces reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquella hora.
Se acercaron entonces los discípulos a Jesús y le preguntaron aparte:
¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
Jesús les dijo:
Por vuestra poca fe. De cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Pásate de aquí allá", y se pasará; y nada os será imposible.
Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
Mateo 17:14,21 (Mc 9.14-29; Lc 9.37-43)